Reflexiones franciscanas semanales

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Reflexión para la semana del 7 de septiembre de 2025

Nuestro dolor es real

Durante varias semanas hemos explorado el concepto del perdón. En el Cántico de las Criaturas, San Francisco dice que Dios es bendecido por aquellos que perdonan por amor a Dios. Hemos examinado lo que el perdón es y lo que no es. Hemos visto que Dios realmente nos perdona a través del sacrificio de Su Hijo, Jesús, en la cruz.

Al mismo tiempo, el perdón es una decisión humana. Es un acto de la voluntad que una persona decide conscientemente. Al perdonar, liberamos a la otra persona de la deuda que tiene con nosotros por el daño que nos ha causado. No fingimos que nada ha pasado, ni ignoramos lo que se nos ha hecho. El dolor que hemos experimentado es real.

La traición de un amigo o de un cónyuge puede ser muy dolorosa, y ese dolor puede durar mucho tiempo.

Perdonar, por lo tanto, no suele ser fácil. Y es imposible sin la ayuda de Dios.

Solo al recordar y valorar lo que Jesús —aunque sin pecado— soportó para perdonar las ofensas que cometemos contra Dios con nuestros pecados, podemos encontrar la fuerza para perdonar los dolores que otros nos han causado. El dolor es real, pero también lo es la libertad que experimentamos cuando, por amor a Dios, elegimos liberar a los demás de su deuda ofreciéndoles el perdón.

Esta semana, reflexionemos sobre el hecho de que, por nosotros mismos, no podemos evitar el pecado; pero con Dios en nuestro corazón, podemos experimentar la libertad del perdón.

Ayude a que el trabajo de los franciscanos perdure para siempre.