Santa Ana

En el Protoevangelio de Santiago, un libro escrito al mismo tiempo que los Evangelios pero que no se considera Escritura inspirada, se nos dice que Ana era el nombre de la madre de la Virgen María. Por lo tanto, al hablar con Santa Ana, hablamos con la abuela de Jesús.

En el plan divino de salvación, a Ana y a su esposo Joaquín se les dio un lugar especial en la cadena de eventos que finalmente llevaron al nacimiento de Jesús en Belén. Ella dio a luz a María, la crio en la fe y la ayudó a convertirse en una digna sierva del Señor.

En la iglesia oriental, la veneración de Ana se remonta hasta el año 550, cuando se construyó una iglesia en Constantinopla en su honor. Un santuario en el norte de Francia, que data del siglo XII, fue uno de los primeros centros de devoción a ella en Occidente.

Santa Ana es honrada en la Iglesia porque, junto con su esposo Joaquín, fue elegida por Dios para ocupar un papel privilegiado en la salvación de la humanidad. Santa Ana es la santa patrona de la maternidad, y su fiesta se celebra el 26 de julio.

Padre Todopoderoso y Eterno,

Le diste a Santa Ana el privilegio de ser la madre de la Bienaventurada María y la abuela de Jesús. Por intercesión de Santa Ana, te pedimos que sigas bendiciendo a todas las Familias.

Que las oraciones de Santa Ana nos ayuden a alcanzar la salvación que prometiste a tu pueblo.

Amén.