El Pan de San Antonio

Historia de la devoción al Pan de San Antonio

Según las crónicas más antiguas, mientras se construía la gran basílica, un niño en Padua cayó en un barril de agua y se ahogó. La madre del niño imploró la ayuda de San Antonio y prometió donar el peso de su hijo en grano para los pobres si él volvía a la vida. Mientras la madre oraba, su hijo se levantó como si solo hubiera estado dormido.

Este milagro dio origen a la práctica piadosa de dar limosna a los pobres, ya sea como una petición o en agradecimiento por los favores recibidos mediante la intercesión de San Antonio.

De dónde obtuvo su nombre el Pan de San Antonio

La práctica recibió su nombre actual debido a un favor concedido a una niña piadosa llamada Louise Bouffier, en Toulon, Francia, durante el siglo pasado. Prometió entregar hogazas de pan para los pobres a cambio de la ayuda de San Antonio. Su tienda se transformó más tarde en un centro de devoción a San Antonio, donde las limosnas de quienes recibían favores se destinaban a ayudar a las numerosas familias pobres de la ciudad.

La Orden Franciscana fomenta este acto de caridad hacia los afligidos y los más necesitados en todas partes. Es una forma loable de sacrificio y gratitud hacia San Antonio.

Cómo colaborar con el Pan de San Antonio

Usted puede participar en esta tradición de oración a San Antonio enviando su ofrenda, por pequeña que sea, en su honor. Será utilizada para ayudar a los más necesitados entre los pobres.

Conviértase en colaborador

Ayude a que la labor de los franciscanos perdure para siempre.

Afiliaciones