Encendido de una vela
La luz de la vigilia
En la vela… la llama es el poder de su divinidad.
La ofrenda de una vela encendida ante nuestros altares y santuarios es un acto de oración a Dios, a nuestra bendita Madre o a los santos.
Señor,
Que esta vela sea la luz para que me ilumines mis dificultades y decisiones.
Que sea un fuego para ti para quemar de mí todo orgullo, egoísmo e impureza.
Que sea una llama para ti para que traigas calor a mi corazón hacia mi familia, mis vecinos y todos aquellos que me conocen.
A través de las oraciones de María, Virgen y Madre, pongo a tu cuidado los que deseo recordar.
Con esta vela, te doy algo de mí mismo. Ayúdame a continuar mi oración en todo lo que hago en este día.
Amén