El Pan de San Antonio

Esta devoción a San Antonio se remonta al siglo XIII, es una fuente de muchos favores y gracias y es de gran ayuda para los pobres y necesitados.

Según las crónicas más antiguas, un niño de Padua, mientras se construía la gran basílica, cayó en un barril de agua y se ahogó. En su dolor, la madre pidió ayuda a San Antonio y le prometió que donaría el peso del niño en grano para los pobres si se le devolvía la vida.

Mientras la madre todavía oraba, el niño se levantó como si estuviera dormido. Este milagro dio lugar a la práctica piadosa de dar limosna a los pobres como petición o a cambio de favores recibidos por intercesión de San Antonio.

La práctica recibió su nombre actual de un favor recibido por una niña piadosa llamada Louise Bouffier en Toulon, Francia, en el siglo pasado. Prometió pan para los pobres a cambio de la ayuda de San Antonio. Su tienda se convirtió más tarde en un centro de devoción al Santo; las limosnas de aquellos cuyos favores se escuchaban se daban a las numerosas familias pobres de la ciudad.

La Orden Franciscana anima este acto de caridad a los afligidos y a los necesitados en todas partes. Es un método loable de sacrificio y de acción de gracias a San Antonio.

Si quieres participar en este método tradicional de oración a San Antonio, puedes enviar tu ofrenda y petición claramente señalada al Pan de San Antonio.

Cualquier ofrenda, por pequeña que sea, que quieras enviar hoy en honor de San Antonio, será usada para los más pobres.