En el monasterio de ÁGAPE, tenemos una práctica diaria que llamamos «conversación en la mesa». Quisiera compartir esta experiencia con ustedes e invitarlos a reflexionar sobre cómo podrían incorporar más conversaciones en la mesa con sus seres queridos.
Sé que muchos de ustedes tienen vidas muy ocupadas, y cuando se trata de compartir comidas familiares, no siempre todos los miembros de la familia pueden estar presentes. La vida en las misiones puede ser muy similar, ya que las demandas y circunstancias de cada fraile varían según sus responsabilidades específicas. Algunos se desempeñan en entornos parroquiales, mientras que otros lo hacen en escuelas, clínicas, apostolados de extensión humanitaria, apostolados de evangelización por radio o televisión, o en puestos administrativos.
A pesar de esto, tratamos de comprometernos a un día específico de la semana en el que todos podamos reunirnos y compartir sobre nuestras actividades personales. En las misiones, la conversación en la mesa del monasterio de ÁGAPE, especialmente durante la comida del mediodía, puede alargar el almuerzo hasta una hora más. Cada fraile comparte anécdotas de sus ministerios anteriores, su formación, las actividades más recientes y su historia de vida.
A veces me asombra cómo ciertos temas de conversación surgen de la nada, de un hecho sencillo o incluso de un silencio austero. A menudo, las historias parecen entrelazarse de manera casi natural.
En cuanto a las edades y experiencias, muchas de nuestras charlas incluyen recuerdos de nuestra formación o anécdotas divertidas. Sin embargo, los temas relacionados con los movimientos históricos y eclesiales están influenciados por las perspectivas, estudios, opiniones y conocimientos que cada uno adquiere a través del intercambio. Con diferentes ideas, actitudes, puntos de vista y creencias, es difícil dejar la mesa insatisfecho. Y no me refiero solo a la comida (que, por cierto, se prepara con mucho cariño).
Fr. Mauricio, bibliotecario e historiador de la Iglesia, comparte curiosidades sobre ciertos eventos históricos que han influido en la tradición y otras creencias comunes, las cuales han afectado la forma en que se han hecho las cosas a lo largo de los siglos, e incluso en los tiempos modernos. Fr. Jaime se destaca por su experiencia en el lenguaje y en la atmósfera política, tanto actual como pasada y local.
Fr. Víctor es un verdadero «buzón de preguntas» que mantiene las conversaciones fluidas. Siempre se asombra de las maravillas que nos rodean. Nuestro postulante, Luis, comparte sobre su vida con la familia, mientras que yo relato varias experiencias de nuestro período de formación en los Estados Unidos, Guatemala y Honduras, así como de mi tiempo de servicio activo en todo el mundo y, ahora, como Presidente de la Asociación ÁGAPE de El Salvador.
Las conversaciones en la mesa de nuestra comunidad nos permiten entender el punto de vista y el conocimiento de cada persona sobre los acontecimientos del mundo y las creencias fundamentales, sin generar críticas que puedan ofender a los hermanos. Comenzar cada comida con una oración y terminar nuestro tiempo de conversación en la mesa con otra oración nos mantiene unidos al Dador de los regalos compartidos, agradecidos por el placer de haberlos compartido.
Por supuesto, en nuestras oraciones incluimos a todos ustedes, quienes tan amablemente contribuyen a nuestros esfuerzos misioneros. Trabajamos por el bien de los menos afortunados, para que ellos también puedan tener una mesa alrededor de la cual compartir historias de amor, comida, familia y Dios.