Designaciones de beneficiarios

Puede designar a FMA como beneficiario de su Cuenta de Jubilación Individual (IRA), plan de pensiones calificado, seguro de vida, Fondo Designado por el Donante (DAF), cuenta bancaria o cuenta de corretaje. Realizar una donación mediante la designación de un beneficiario no implica ningún costo en este momento y le permite conservar los activos de los que depende.

Beneficios de las designaciones de beneficiarios:

• Fácil de hacer y sin costo alguno
• Es flexible y se puede modificar a medida que cambian sus necesidades
• Mantenga el control de sus activos durante el tiempo que los necesite
• Brinde ayuda material y atención espiritual a los más necesitados como parte de su legado

Seguro de vida

Es posible que tenga una póliza de seguro de vida que adquirió hace años y que ya no necesita. Puede designar a FMA como beneficiario total, parcial o contingente de la póliza. También puede transferir una póliza completamente pagada y obtener una deducción fiscal por su donación.

Cuentas IRA, 401(k) y otros activos de planes de jubilación

Dado que los planes de jubilación están sujetos a una tributación diferente a la de otros activos, pueden generar una carga fiscal significativa cuando se heredan. Designar a FMA como beneficiario de estos activos puede ayudar a reducir o incluso eliminar esta carga fiscal. Puede designar a FMA en el formulario de designación de beneficiarios para que podamos recibir un porcentaje específico del valor de su cuenta o podamos ser un beneficiario contingente.

Cuentas bancarias y de corretaje

Los activos como las cuentas bancarias, las cuentas de corretaje, los certificados de depósito (CD) y los bonos de ahorro pueden convertirse en donaciones significativas para que podamos seguir sosteniendo nuestras obras de caridad en FMA. Simplemente designe a FMA como el beneficiario en caso de fallecimiento (POD) o como el beneficiario de transferencia en caso de fallecimiento (TOD) de estos activos.

Fondos designados por el donante

Puede designar a FMA como el beneficiario de la totalidad de su fondo o de un porcentaje, dejando el saldo en su Fondo Designado por el Donante (DAF) para que sus hijos y nietos continúen con su legado filantrópico.