Desde sus inicios en el siglo XIII, la Orden Franciscana ha priorizado una educación que equilibre el crecimiento intelectual con el desarrollo espiritual, el servicio y la humildad.
Como ocurre con muchos de los valores franciscanos perdurables, la educación sigue siendo increíblemente relevante hoy en día. Está comprobado que la educación es una herramienta poderosa en la lucha contra la pobreza en todo el mundo. Por eso, la Educación de Calidad es el cuarto objetivo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).*
En familias y comunidades donde reina la pobreza, la educación es un lujo que la mayoría no puede permitirse. Esta desventaja les roba a las mentes jóvenes y prometedoras la oportunidad que todos deseamos: ser lo mejor que podamos ser y devolver algo a las familias y comunidades que nos formaron.
La educación da poder a las familias para salir de la pobreza
En nuestras Misiones Franciscanas en Centroamérica, la educación es un enfoque central del servicio de los Hermanos Franciscanos. En orfanatos, escuelas primarias y secundarias de El Salvador, Guatemala y Honduras, ofrecemos programas escolares y de alimentación escolar para los niños más vulnerables. Allí, la alfabetización, la formación vocacional y el desarrollo espiritual se combinan para fortalecer la mente y el alma.
A través de la educación, los niños se fortalecen para resistir la atracción de las pandillas criminales, imaginar un futuro mejor y están capacitados para perseguir empleos y carreras. A medida que logran independencia económica, también pueden sacar de la pobreza a sus familias y comunidades. Mery es solo un ejemplo. Ella escribe:
“Lograr independencia económica me ha llevado a un gran crecimiento personal y emocional. Creo que ese crecimiento fue posible gracias a las bases de fe que me inculcaron en Valle. Su capilla, Nuestra Señora de los Ángeles, todavía ocupa un lugar especial en mi corazón.”
La educación para todos es un valor franciscano
El compromiso con el desarrollo intelectual y la formación de las mentes jóvenes es parte integral de la misión franciscana de servir tanto a Dios como a la humanidad. Para poder llevar a cabo esta labor, los Hermanos Franciscanos reciben una formación espiritual y académica rigurosa. San Francisco de Asís enfatizaba la transformación personal y la compasión. Animaba a sus seguidores a buscar la sabiduría a través de la experiencia, la fe y la interacción con el mundo. Así es la vocación franciscana: nuestros hermanos están activos en las misiones, escuelas, parroquias y comunidades donde sirven.
Los misioneros franciscanos dependen por completo de la gracia y generosidad de los demás para poder atender a los más necesitados, incluidos los cientos de niños que luchan por escapar de la pobreza extrema asistiendo a nuestras escuelas misioneras.
Ayúdanos a brindar educación de calidad a los más pobres del mundo
Tú puedes ayudarnos a continuar con esta labor. Las donaciones a FMA apoyan a quienes sirven en nuestras misiones y hacen posible la formación de los Frailes Franciscanos.
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¡Gracias y que Dios te bendiga!
* Según RELX
